domingo, 10 de mayo de 2020

Punto de Inflexión

Hola, no recuerdo cuando fue la última vez que colgué algo por aquí, lo que si sé es que ha llovido mucho y mi vida ha dado unas cuantas vueltas. No sé porque escribo esto... Bueno no es cierto, supongo que llevar 50 días encerrado en mi casa con la sola esperanza de un futuro incierto me haya trastornado un poco. Eso unido a la necesidad de desahogarme y el hecho de que mi blog no lo lee ni el Tato y las pocas visitas son de alguien que busca otra cosa (y por lo tanto no llegará hasta esta frase) o habla guiri y no sabe de que cipotes estoy hablando... ¡Ay! Virus petardo que trastocas mi entorno e incompetentes que eternizáis el proceso.
Buenooo, que me disperso, antes de que todo se fuera a la mierda ya había decidido sacar de mi vida el modelismo convencional, y no porque lo desprecie, no lo valore ni nada por el estilo, no,no. Son los compromisos y obligaciones absurdas que uno se auto-impone. La vida es muy corta para malgastarla pintando miles de figuras de 1/72 para un juego de guerra al que no voy a jugar jamás. Ni para montar y pintar el mismo tanque que ha montado todo el mundo. Sin menospreciar a todo el mundo por favor, esto es un hobby, es para pasárselo bien. Pero yo me veo con una pila de tanques y una legión de hippies en miniatura pillados de forma compulsiva a lo largo de eones. Los veo apilados y me da una perezaaaaa.
Así que a la mierda, los napoleónicos de 1/72 los he regalado, alguno me queda por ahí al que someteré a perversiones modelísticas. Que conste que me costó, fue como desprenderme de un apéndice pero el peso de la obligación de tener que pintarlos me pesaba como una losa. Al carajo pues.
Con los tanques ya veremos, si los hago será transformándolos en cosas absurdas, en diseños de producción de películas que jamás serán rodadas o algo así... Debo reconocer que en el fondo me da morbo que por error algún purista caiga por el blog y se horrorice con alguna de estas transformaciones...jajajaja (risa malvada).
Asi que voy a hacer lo que me de la gana, que es básicamente lo que siempre he hecho, pero ahora sin complejo de culpa al sentir en mi espalda la mirada de tantas maquetas abandonadas por todos los rincones de mi casa.
Me voy a dedicar al diseño conceptual sin pretensiones, sin pretensiones artísticas (ya que arte tengo poca) ni de ningún tipo... aunque si eres director de producción y estabas tan aburrido como yo para haber llegado hasta aquí y además mis diseños te ponen palote, SOY TODO TUYO... siempre que me contrates por una cantidad indecente de dinero sino puedes irte a la Venta del Nabo.
De todas formas, y para ser fiel a mis tradiciones, no garantizo que termine nada de lo que empiece. A ver, mis obras son como los prólogos de Stanislaw Lem, esos que hacia para libros que no estaban escritos ni los iba a escribir nadie. Son como prólogos, bellos en si mismos, anteceden a las cosas maravillosas que podrías observar pero que el destino, mi pereza y sobre todo mi diletancia hace que se pierdan en las brumas de un futuro borroso.